Islas hermanas

Por: Lali Vincenti-Berlingeri
A mis queridos nietos

     Eranse una vez, hace miles de años, dos pequeñas islas; la una llamada Borikén, la otra llamada Kallisté. La primera, mecida por el mar Caribe, un mar para entonces desconocido por las gentes del Viejo Mundo que se hallaba al otro lado del océano Atlántico. Borikén estaba habitada por gentes de la raza Arauaca, una raza hasta entonces desconocida por los europeos; eran gentes de piel cobriza, de facciones finas, de pómulos marcados, de cabellos negros y lacios y decían ser taínos. La segunda isla era acariciada por el Viejo mar Mediterráneo, alrededor del cual habían florecido las grandes civilizaciones del Viejo Mundo y estaba habitada por un pueblo de origen mediterráneo e indo-europeo ;tribus de ligures, iberos y celtas.

     Griegos, fenícios,cartaginenses, etruscos y siracusanos habian ocupado y dominado en diferentes épocas a Kallisté, todos dejando sus huellas en la Isla, pero quizas no fueran huellas tan significativas como las que dejaron los griegos que tan bello nombre le dieran: Kallisté, que significa, la más hermosa.

     Mas tarde arribaron los romanos, quienes se establecieron allí por más de quinientos años, introduciendo sus costumbres y su lengua, el latín. Ya para entonces la isla comenzaba a ser conocida como Córcega y sus gentes llamados corsos. Cuando el imperio romano cayó bajo el ataque de las hordas que fueron conocidas como los Bárbaros y que no eran otra cosa que tribus de vándalos, godos,bizantinos y sarracenos, estos tambien invadieron a Córcega, destruyendo gran parte de los pueblos construídos por los romanos.

     Estando Córcega situada en el Mediterráneo en una posición cercana a los lugares donde irían surgiendo los principados importantes de Europa y más tarde las naciones poderosas de ese continente, la isla fue siempre codiciada por muchos y pasó de una dominación a otra. Luego de haber estado en poder de los Bárbaros por casi doscientos años, en el 778 DC, Carlomagno, Rey de los francos, atacó la isla y venció, entregándosela al Papa, quien la mantuvo en su poder por cien años al cabo de los cuales se la cedió al marqués de Toscana. Desde entonces y por más de seiscientos años, la isla perteneció a los toscanos.Génova y Piza se disputaron su dominación, prevaleciendo Génova y durante ese largo periodo genovés, los habitantes de Córcega fueron conocidos como genoveses y para todos los efectos lo eran pues hablaban su lengua y adquirieron sus nombres, apellidos y costumbres.
A mediados del siglo XV, en un pequeño pueblecito genovés llamado Calvi, situado en la costa noroeste de la entonces isla genovesa de Córcega vivía una importante familia de marinos de apellido Colombo. Por generaciones, los hombres de esta familia habían sido hombres de mar, y siguiendo esa tradición, Domenico Calbo Colombo era armador de barcos y su hermano Bartolomé, Capitán de la Armada del Rey de Francia.

     Domenico Colombo se casó con una bella joven llamada Susana Fontanarosa y tuvieron varios hijos, Christoforo, Bartolomeo, Diego y dos niñas cuyos nombres no recuerdo.
Los Colombo tenían una bella casa de tres plantas situada en la vieja “citadella”, o ciudad amurallada, desde la cual se podia apreciar toda la bahía. Como todos los corsos, se comunicaban entre sí en la lengua nativa de la isla, el corso, y como casi todas las familias importantes del pueblo, los Colombo enviaron a sus hijos a ser educados en el Convento de los Franciscanos de Calvi, donde aprendieron a hablar, leer y escribir en toscano y latín, aprendieron geografía, matemáticas, religión y otras disciplinas que se acostumbraban a enseñar en aquella época.

     Fue en este convento donde la gran inteligencia de del joven Christophoro llamara la atención del Superior de los franciscanos, el padre Giovanni di Santo Pietro, quien se encariñó con el joven y lo guió en sus estudios y el mismo que más tarde le ayudara a lograr que los sueños de Christophoro se convirtieran en realidad.

     A la edad de doce años Christophoro fue enviado como aprendiz de marino en la nave de su tío Bartolomé Colombo. Durante su aprendizaje, y mientras iba adquiriendo nuevos conocimientos y experiencia, Christophoro comenzó a acariciar la idea de encontrar una nueva ruta a las Indias navegando hacia el oeste. Así comenzó el sueño que lo llevaría a la inmortalidad.

     Años más tarde, tras haber acompañado al tío en muchos viajes y aventuras, y habiendo adquirido suficientes destrezas, se consideró terminado su aprendizaje, por lo que le fue confiada una nave, convirtiéndose en el capitán Chistophoro Colombo. Para esos tiempos el Rey de Aragón había invadido a Córcega ocupando a Calvi y continuando viaje hacia el sur de la isla, dejó a un grupo de sus hombres a cargo de la ocupación de la ciudad. Tan pronto tuvieron una oportunidad, los corsos se rebelaron y mataron a todos los aragoneses, por lo cual desde entonces el Rey de Aragón no guardaba un buen recuerdo de la gente de Calvi.

     Mientras tanto Christoforo capitaneaba un barco de la escuadra francesa, la cual dirigía su tío, entonces Almirante de esa flota. Estando su nave cercana a las costas de Portugal tuvo un encuentro con una nave genovesa, en el cual ambos bandos salieron mal parados. La nave de Christophoro naufragó y el tuvo que alcanzar las costas de Portugal, donde fue a pedir ayuda y albergue a su antiguo maestro, amigo y sacerdote franciscano Giovanni di Santo Pietro, quien era conocido en Portugal como el Padre Juan Pérez y había llegado a ser confesor de los Reyes de Portugal. El sacerdote presenta a Christophoro a familias importantes del lugar y fue así como conoció a quien se convertiría en su primera esposa, Doña Felipa Moñiz de Perestrello, que pertenecía a una familia de gran abolengo y prima del rey de Portugal.

     Christophoro continuaba soñando con la nueva ruta a las Indias y había confeccionado un plan para su soñado viaje, pero no tenía suficiente capital para llevarlo a cabo. Confiado en que su matrimonio con Doña Felipa influiría en la decision del Rey de Portugal, decidió pedirle ayuda a éste, pero el Rey no fue favorablemte impresionado y le negó su ayuda.

     Christophoro se enteró que el padre Juan Pérez era ahora confesor de Isabel la Católica, Reina de Castilla y esposa de Fernando de Aragón. Decidió acudir a él para que interviniera a su favor con la Reina Isabel para que ésta convenciera a su esposo, el Rey Fernando. Recordando el suceso de la matanza de los aragoneses en Calvi a manos de los corsos, decidieron que Christophpro debía ocultar su origen corso al Rey Fernando.

     La intercesión del Padre Juan ante la reina logró su objetivo, y en el 1492 Christophoro partió del puerto de Palos hacía las Indias, a las cuales nunca llegó ya que navegando hacia el oeste, se topó con una isla en el Mar Caribe a la cual llamó San Salvador., en recuerdo a la pequeña iglesia de San Salvador cercana a su casa en Calvi. Creyendo que había encontrado la nueva ruta a las Indias, regresó a España para anunciar a los reyes el éxito de su empresa.
En el 1493 volvió a dirigirse a las Indias y descubrió otra isla a la cual llamó Santo Domingo, en honor a su padre Domenico. Siguiendo instrucciones de unas indias que rescataron del agua, llegaron a una bella isla que las indias llamaban Borikén. Entraron por un puerto de impresionante vegetación al cual llamaron Puerto Rico, y poniendo pie en tierra Christophoro le dió a la isla el nombre de San Juan Bautista en honor al patrón de Calvi.

     Doce años más tarde San Juan Bautista fue colonizada por Don Juan Ponce de León, su primer gobernador, quien estableció el primer poblado español cerca de la costa norte , a quien puso por nombre Villa Caparra. Años más tarde y a causa de las plagas de mosquitos, decidieron trasladar el poblado a un islote al norte de Villa Caparra, el cual era más saludable gracias a las constantes brisas del mar. Tiempo despues decidieron llamar al islote San Juan Bautista y Puerto Rico a la isla grande que los indios llamaban Borikén.

     Durante la colonización la población indígena fue casi eliminada en su totalidad, los españoles les obligaban a trabajar como esclavos y entre maltratos y enfermedades, éstos se fueron extinguiendo; muchos huyeron a islas vecinas, otros alcanzaron las costas nortes de Sur América y otros muchos deben haber perecido en ese intento.

     Puerto Rico fue un bastión militar para los españoles y no dieron importancia al desarrollo de su economía. Para el siglo XIX el país se encontraba casi despoblado de colonos, había una gran cantidad de esclavos negros y España comenzó a temer que se pudiera desatar una insurrección de esclavos como la que le diera la independencia a Haití. Fue entonces cuando el gobierno español concedió la Cédula de Gracia del 1815, en la cual invitaba a todos los extranjeros católicos y súbditos de naciones amigas de España a que vinieran a establecerse en sus Colonias de América, ofreciendo terrenos y ayudas a los que decidieran emprender esta aventura.

     Para esa época Córcega pertenecía a Francia, ya que los genoveses se la habían cedido como pago de un dinero que Francia les había prestado para que ellos pudieran continuar su lucha contra los rebeldes corsos que habían proclamado su independencia de Génova. En aquel momento, además de haber estado en guerra por largos años, la isla había sufrido una gran sequía y una plaga había acabado con sus viñedos. Es por ello que muchos corsos vieron en esa oferta una forma de salir de su pobre situación y otros vieron la oportunidad de sacudirse del yugo francés que les fuera impuesto con la venta de su patria.

     Fue así como comenzó la gran inmigración corsa a Puerto Rico, y así fue como llegaron a nuestra bella isla los paisanos del aquel otro isleño, Christophoro Colombo, quien nos descubriera en el 1493.. Los emigrantes corsos se establecieron en Puerto Rico y trabajaron duramente, luchando por progresar y para asi enviar dinero a sus familiares en Córcega. Muchos lo lograron, muchos otros tan solo consiguieron subsistir un poco mejor que en Córcega y fueron pocos lo que regresaron a su isla natal.

     Como testimonio viviente de esta gran diáspora quedan en nuestra isla de Puerto Rico más de quinientosmil descendientes de aquellos corsos valientes que abandonaron sus hogares, sus padres y hermanos y osaron venir al Nuevo Mundo desconocido en busca de una mejor vida. Son pocos los descendientes de esos corsos que han ido a conocer a Córcega, la Madre Patria, isla hermana de esta otra isla en que nacimos. Los que lo hemos hecho, hemos experimentado la gran emoción de haber encontrado nuestras raíces, de conocer nuestras familias, de pisar el umbral de la casa donde nacieron nuestros abuelos o bisabuelos, de visitar la iglesia donde fueron bautizados, de ir a ofrecer una oración por su eterno descanso en el camposanto donde descansan sus restos. Hemos tenido el privilegio de conocer un pueblo tan semejante al nuestro en sus luchas y sus anhelos y hemos comprendido que nunca debimos haber permitido que los lazos que nos ataban a ese pueblo se fueran debilitando.
Este relato lo dedico a ustedes mis nietos queridos y a todos los niños de las familias puertorriqueñas descendientes de aquellos emigrants corsos, porque siento que es un deber el contarles la historia de nuestros orïgenes y tratar de renovar y mantener los lazos entre estas dos islas hermanas, la una, mecida por el mar Caribe, la otra acariciada por las olas del mar Mediterráneo.
http://www.corsosportorico.com/historias-corsas/islas-hermanas/

     Corsican immigration to Puerto Rico came about as a result of various economic and political changes in the mid-19th century Europe; among those factors were the social-economic changes which came about in Europe as a result of the Second Industrial Revolution, political discontent and widespread crop failure due to long periods of drought, and crop diseases. Another influential factor was that Spain had lost most of its possessions in the so-called "New World" and feared the possibility of a rebellion in its last two Caribbean possessions—Puerto Rico and Cuba. As a consequence the Spanish Crown had issued the Royal Decree of Graces (Real Cedula de Gracias) which fostered and encouraged the immigration of Catholics of non-Hispanic origin to its Caribbean Colonies.The situation and opportunities offered, plus the fact that the geographies of the islands are similar, were ideal for the immigration of hundreds of families from Corsica to Puerto Rico. Corsicans and those of Corsican descent have played an instrumental role in the development of the economy of the island, especially in the coffee industry.  http://en.wikipedia.org/wiki/Corsican_immigration_to_Puerto_Rico


      La migración corsa a Puerto Rico cobró impulso hacia 1870. De la lista mencionada de 160 migrantes que se establecieron en los pueblos de Yauco, Peñuelas, Guayanilla, Ponce y Adjuntas, 92 ya estaban bien arraigados para 1872. Antes de 1870, 17 corsos incluidos en la lista se habían radicado en esta área desde 1804. Los que vinieron antes de 1870 fueron los pioneros, las personas que abrieron las puertas. Tomás Pietri, uno de los hacendados más ricos en esta área, escribió en 1889: " . . . pues en 31 años que tengo de altura es la 1 ra. vez..

     Era el dueño de una de las haciendas más grandes de Puerto Rico, la Hacienda Pietri, y residía
en Puerto Rico desde 1858. La mayor parte de los migrantes eran varones, relativamente jóvenes; de los 160 citados anteriormente, había información disponible sobre 123. De éstos, 63 estaban entre las edades de 18 a 35 años, 39 estaban entre las edades de 36 a 50 años, y 21 contaban con 50 o más años de edad. Sus ocupaciones indican una tendencia definida hacia las empresas comercia1es y agrícolas. Sólo 9 de 151 para 1os cua1es tenemos información tenían una ocupación que no estaba directamente relacionada con el comercio o la agricultura. Es pertinente señalar que la palabra comercio en este contexto significa literalmente que se es dueño de un establecimiento que vende artículos, es decir, una tienda.

     El nivel social y económico muestra variaciones e ilustra el proceso de movilidad vertical que
imperaba entre los migrantes corsos. Al examinar una lista de 160 migrantes se pueden inferir algunas
tendencias. Se encuentran personas clasificadas como no-dueños de propiedad (60) y dueños de propiedad


     Los restantes (70) Son casos en que la información provista no es suficientemente clara para llegar a conclusiones, y se han excluido. Si este tipo de información se relaciona con la información suministrada por un .informante (A. Molini Ruiz), es posible esclarecer la estructura social de 1a migración. Todo el proceso se estructuraba de tal forma que la migración estaba planificada desde el momento en que el individuo decidía emigrar. Los primeros migrantes corsos llegaron a comienzos del siglo XIX después de promulgada la "Cédula de Gracias", el 10 de agosto de 1815. Para 1870 el proceso se había acelerado y encontramos que los corsos no sólo migraban sino que se asimilaban al nivel jurídico y político. En un documento de los años 1863-67 encontramos que 16 corsos habían solicitado licencias de domicilio en el pueblo de Yauco, con la intención de dedicarse a la agricultura (10) o al comercio (6).
       En una muestra de 42 propietarios de origen corso 23 tenían 40 años de edad o más. Esto indica que el migrante corso podía establecerse gradualmente como propietario de una empresa agrícola o comercial, o ambas.  Este proceso de ascenso en la sociedad y en la economía de la colonia también estaba relacionado con os lazos de parentesco. Una vez establecido el proceso migratorio, se estructuraran puntos de operación en el lugar de partida y en el de llegada. Familias enteras migraban de esta forma. Un pionero varón iniciaba el proceso y, después de establecido, mandaba a buscar a sus hermanos, sobrinos, hijos o primos.




     Los hermanos y hermanas, padres e hijos, tíos, sobrinos y primos formaban unidades económicas solidarias administradas u operadas por ellos mismos.

     "La Interrelacion Social de Los Corsos Con La Poblacion Criolla de Yauco Durante La Primera Mitad del Siglo XIX"     http://lasa.international.pitt.edu/members/congress-papers/lasa1989/files/LuqueDeSanchezMariaDolores.pdf

Los corsos no llegaron con el café: Estaban desde antes  http://www.pr-roots.com/yauco.pdf

Corsos de Puerto RicoAsociación de Corsos de Puerto Rico   http://www.corsosportorico.com/actividades/estudiantes-programa-estudios-en-corcega/



































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